Dr. Antonio Balza
Septiembre 2.020
La ciencia entendida como institución social de naturaleza dinámica y cambiante, no se puede deslindar, por una parte de la reflexión filosófica primigenia que la enriquece, y por otra, de su relación de dependencia de la epistemología y la metódica de construcción de nuevos repertorios teóricos que le son propios en un momento histórico y contexto determinado. Esta naturaleza dinámica y mutante de la ciencia, tiene lugar en la ontología misma de las rupturas epistemológicas originadas por una revolución en los modelos de pensamiento de los investigadores.
En este sentido, la construcción del conocimiento en el contexto de una investigación de nivel doctoral, pensada desde la transcomplejidad, pone al descubierto, por una parte, la emergencia de un disenso epistemológico entendido como una desobediencia paradigmática y una necesaria critica al conocimiento, en tanto propósito por lograr la transformación y progreso de la ciencia, y por otra, la conveniencia de madurar ciertos consensos y/o acuerdos en torno a algunas premisas epistémicas que deben ser compartidas por la comunidad académica, a los fines de construir en colectivo la identidad científica de la transcomplejidad, la cual asumimos como una transepistemologia en construcción.
De acuerdo con este planteamiento, la idea de consenso no abandona el debate, la confrontación y la puja dialectica entre la aquiescencia y el disenso epistémico, pues de lo que se trata es de perfilar los rasgos configuradores y fisonómicos del rostro y las más macizas premisas epistémicas de la transcomplejidad. Esto a su vez deviene en una actitud de vigilancia y cautela para no caer, tanto en las dispersiones y extravíos que amenazan el disenso, como en los credos paradigmáticos convencionales que implican un consenso que proviene de la solidaridad automática, es decir, un consenso sin cálculo y reflexión.
Estas premisas epistémicas referidas, configuran el eidos ontológico de la transcomplejidad, los cuales confluyen en los principios fundantes del Enfoque Integrador Transcomplejo, las dimensiones filosóficas de la matriz epistemica de la transcomplejidad, los portales de la sabiduría humana para un pensador transcomplejo y un translenguaje de naturaleza integradora, recursiva, transgresiva y transformadora.